Muerte súbita

Se puede definir la muerte súbita como una parada cardíaca inesperada, sin síntomas precedentes la mayoría de las veces o que, en casos de existir éstos, ocurren pocos segundos antes de que la muerte sobrevenga, y sin causa traumática que la explique. Sería así una muerte sin aviso previo de una persona sana que no tendría que morir.

En la mayoría de los casos la muerte súbita sobreviene como consecuencia de un evento cardiovascular siendo la cardiopatía coronaria (infarto agudo de miocardio)  responsable de hasta el 80 % de ellos.

La parada cardiaca constituye uno de los mayores retos en el mundo occidental, estimando unas 800.000 las muertes súbitas anuales en la Unión Europea.

En España hablamos de una incidencia de muerte súbita de 53/100.000 habitantes, así entre 40 y 50.000 personas sufren una parada cardíaca en España cada año, lo que supone aproximadamente una muerte cada 20 minutos.  El 80% tienen lugar en domicilio, con una mortalidad próxima al 90% y grados variables de disfunción cerebral grave en más de la mitad de los supervivientes.

El riesgo de paro cardíaco entre los participantes de maratones ha ido aumentado con la progresiva popularización*:

•   Periodo 2000-2004: 1/141.000 hombres.
•   Periodo 2005-2010: 1/49.000 (X3).
•   Mujeres: 1/625.000 (5 veces menor que en el hombre)

Epidemiología de los corredores víctimas de muerte súbita*:

•   Media de 11 años corriendo.
•   Entreno de 67 Km por semana.
•   Experiencia previa de 1 ó 2 maratones.
•   Edad de 22 a 60 años, con una media de 34.

– Causa más frecuente de paro cardíaco:

•   Miocardiopatía hipertrófica en el atleta joven.
•   Coronariopatía por arteriosclerosis en el atleta mayor de 40 años.

¿Qué podemos hacer para prevenir y tratar la muerte súbita en el deporte?

• Prevención: Reconocimiento cardiológico deportivo previo con exploración física, electrocardiograma, prueba de esfuerzo y ecografía cardíaca si se indica.

 

• Tratamiento: en caso de presenciar una parada cardíaca  lo que salva la vida es el testigo de la parada con las compresiones torácicas de inicio inmediato, continuas, efectivas y la desfibrilación precoz. Todo ello en espera de la llegada del equipo de socorro alertado previamente mediante llamada al 112.  

A recordar: Las piernas acaban carreras, pero las manos salvan vidas……DALE FUERTE Y RÁPIDO!!!!!

* NEJM 2012; 366: 130-140.